sábado, 20 de octubre de 2012

Tendré todo el tiempo del mundo cuando te hallas ido. Cuando las calles no me lleven hasta tu puerta o cuando ya no sea capaz de aborrecerte más. Aposte por una vida llena de noches acurrucados y días eternos a tu lado. Guarde mi orgullo con la ropa de invierno y olvide las veces que puse mis ilusiones en manos de un ''ese chico no te conviene''. Y aún no lo entiendo, cómo pude ser tan vulnerable al vaivén de tus  rarezas y a esa manera de hacerme sentir. Pero se acabo. Ya es hora de buscar otras metas y de encontrarme a mí. 








   Hay personas que funcionan mejor como cicatriz.

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