jueves, 2 de julio de 2015

En peligro de extinción

Ella no era como los demás, y lo sabía. No se creía ni mejor ni peor, simplemente diferente. La versión de si misma iba cambiando, y en algunos casos evolucionaba. Comprendía tan poco su mundo interior como el exterior. Soñaba con los pies en la tierra, y lloraba con sonrisas. Su pelo era un desastre casi perfecto, su cuerpo un templo y sus labios una religión. Tenia una mirada curiosa, insegura y a la vez intimidante. Ella no respiraba solo por la nariz, ella lo hacía con todo su cuerpo. Respiraba vida y dolor, dolor y muerte. Caminaba con las caderas y sus pasos nunca fueron, ni serán, obligados. Ella es los truenos de una tormenta y la calma de después. Jamás quiso impresionar a nadie, excepto a si misma. Ella no sabe lo que quiere, pero si sabe quien es. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario