sábado, 23 de agosto de 2014

Desahogos Momentáneos

Hoy me duele todo. Tanto dentro como por fuera. Y sé que no es justo, no debería quejarme de cosas tan pasajeras, tan poco ''hirientes'', quedan muy pequeñas al lado de las atrocidades y horrores que se sufren en el mundo a diario. Y aún odiándome por ser tan egoísta no puedo evitar sentirme la mayor de las sufridoras. Si es cierto, que cada persona es su felicidad y su dolor, y que cada persona siente e interpreta lo que le rodea con diferentes niveles de intensidad, y por lo tanto, cada persona se desahoga peculiarmente. El caso es que mi cuerpo pide desahogo, lo pide a gritos. Y me lo merezco, porque soy humana, aunque no creo que ser humana sea una virtud, pero esta vez tiene sus ventajas. Adoro desahogarme, a veces busco el sufrimiento en cualquier parte, solo para poder hacerlo. Incluso, suelo ir guardándome todo para explotar y salpicar lo que me rodea de un cúmulo de llantos, heridas, errores, rechazos ajenos y propios, pasos en falso, melancolías, ilusiones rotas y otro tipo de mierdeces típicas del ser humano.  Pero joder, esa soy yo, y no hay nada más autentico que ser fiel a uno mismo, poder liberarse, cerrar los ojos tan fuerte que puedas vivir en tus pensamientos, tener algo en lo que creer y mil cosas en las que dudar y con las que soñar, pero tenerte, mirar dentro, muy dentro de ti, y continuar, siempre continuar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario